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El Hotel Otrar es un hotel que combina los gustos del estilo clásico soviético con los toques más suaves de la modernidad de una manera que permite al visitante obtener una sensación de ambos, en la capital sureña en proceso de modernización de un país en rápido desarrollo. Abrió por primera vez en 1981, por lo que sigue siendo uno de los hoteles más antiguos de la ciudad y a pesar de las renovaciones en 2002 no ha perdido gran parte de su carácter original. Cada piso tiene un esquema de color diferente con muebles y accesorios cuidadosamente elegidos para que coincidan. Sin embargo, el principal activo del hotel es su ubicación frente al Parque Panfilov, lo que lo hace muy bien situado para muchos de los clubes, bares y restaurantes de la ciudad. Las vistas son fantásticas, con montañas nevadas adornando el horizonte en el lado sur.