El hermano pequeño del Gran Cañón

A poco más de tres horas en coche desde Almaty se encuentra el Cañón de Charyn, el llamado hermano pequeño del Gran Cañón en Colorado.

No tiene sentido afirmar que la versión kazaja de la famosa maravilla natural estadounidense es tan impresionante, sin embargo, esta formación natural de 12 millones de años es uno de los lugares imprescindibles en el itinerario de Kazajstán, y al mismo tiempo sorprendentemente desconocido fuera del país.

Un día entre las cuevas naturales y torres requiere un trayecto de tres a cuatro horas hacia el este desde Almaty en dirección a China. Realmente solo hay una carretera para llegar allí y, aunque no está en las mejores condiciones, no impide disfrutar de un cómodo paseo al aire libre. El tramo final hasta el cañón es a través de un terreno semiárido y agreste, quizás útil para despertar a las personas de su viaje antes de que el coche, o minibús, llegue a los límites occidentales del cañón, donde hay un área designada para estacionar. Dejar su vehículo aquí, en el punto más alto del valle, normalmente implica una caminata de 25 minutos hasta el río Charyn, que es cómoda para la mayoría siempre que se usen zapatos sensatos. No, esto no tiene por qué significar botas de escalada caras, pero sí algo lo suficientemente resistente para moverse entre rocas sueltas y arena.

Aunque el trayecto en sí mismo es fascinante y puede incluir una parada para comer para que las personas prueben las famosas brochetas de Asia Central, el recuerdo duradero para todos los involucrados será las increíbles maravillas de la naturaleza en el destino. Travesar los 200 km completos del cañón es prácticamente imposible, y literalmente lo es en un simple viaje de un día, pero incluso el sendero turístico de 2 km ofrece lo suficiente para fascinar a las personas durante las aproximadamente media jornada que suelen pasar aquí. Se sabe que las personas se maravillan ante las formas de tierra inusuales creadas por la erosión, y muchos años.

El Valle de los Castillos, como a veces se conoce a Charyn, es un tramo onírico de torres y columnas de arcilla roja de todas las formas y tamaños. Es casi irreal, y sin duda uno de los destinos más exóticos de la región. A pesar de los numerosos visitantes, el lugar tiene esa sensación de estar desierto y remoto, casi como si estuviera habitado por espíritus. Hay impresionantes acantilados con pendientes y arcos de casi 300m de altura en algunos lugares.

El destino final suelen ser los rápidos del río, famoso también por su kayak y picnics, mientras que al mismo tiempo habrá tiempo para admirar no solo las inquietantes faces de roca sino también los álamos y los raros árboles de Fresno de Sogdiana, entre la flora protegida del Parque Nacional de Charyn. Es mejor estar en grupo y mantenerse juntos, aunque hay numerosos senderos en la zona del cañón y muchos pueden preferir ver el río desde los acantilados. La mayoría de la gente baja por el camino rocoso hasta el río y pasa más de una hora allí maravillándose ante el poder de la naturaleza.

La mayoría de los visitantes nunca han estado en el cañón antes, pero muchos vuelven una y otra vez para descubrir algo que no habían visto antes, ya sea un acantilado oculto o un sendero que conduce por la cara de la roca y salida del valle. Un día simplemente no es suficiente para cubrir todo, pero el atractivo principal del cañón es algo que dos o tres horas permitirán a los visitantes presenciar, y en la mayoría de los casos tentará a la mayoría a regresar, sintiendo que han experimentado un lugar realmente mágico.